Las 4 principales adicciones en los jóvenes

Pon mucha atención cuando tus hijos tengan cambios bruscos de humor, aislamiento, falta de apetito, y cambios radicales de amistades y actividades. Estas acciones pueden ser un foco rojo de que están padeciendo alguna adicción.

Te presentamos las 4 principales adicciones de los niños y jóvenes hoy en día. Son datos duros, pero es mejor que sepas identificar las señales de alerta en el comportamiento de tus hijos.

1.- Alcohol

Sí, el consumo de alcohol es una de las mayores adicciones de los jóvenes en nuestro país.

Comportamiento: la persona bajo el efecto del alcohol habla sin sentido, sus movimientos son inestables, adquiere mucha relajación, presenta falta de coordinación motora y reflejos lentos.

2.- Cocaína

La adicción a la cocaína es un peligro severo, las consecuencias físicas y mentales de esta sustancia derivan en daños irreparables.

Comportamiento: elevada presión sanguínea, respiración intensa, euforia, agitación, sensación repentina de gran bienestar o de fatal depresión.

3.- Marihuana

Aunque hay una gran polémica sobre la legalización o no del consumo de esta droga, lo cierto es que tiene consecuencias físicas y conductuales que no pueden pasar inadvertidas.

Comportamiento: ojos rojos, percepción alterada, boca seca, reducción de la concentración y la coordinación, risa incontrolable.

4.- Internet

Navegar en Internet a través de diversos dispositivos tecnológicos también pudiera representar una peligrosa adicción. El uso desmedido del mundo virtual puede llegar a alterar a los niños y adolescentes de manera física y emocional.

La ansiedad por no estar conectados en las redes sociales, juegos en línea, o acceso a buscadores, eleva la presión arterial, afecta las relaciones humanas y es causante de baja autoestima.

Cualquier tipo de adicción debe ser tratada con especial cuidado. Si notas cambios radicales en la conducta de tus hijos, la mejor alternativa será enfrentarlos y buscar ayuda de un especialista. Éste te orientará a tomar las mejores soluciones.

¿Qué es una crisis de pánico?

Algunos de los síntomas que se pueden experimentar cuando se sufre una crisis de pánico tienen que ver con el dolor de pecho, aceleración del corazón, falta de aire, sudor frío, desmayo, náuseas, temor a perder el control, enloquecer o morir y ahogo.

Por esta razón, la importacia de un tratamiento que ayude a superar esta condición, que si no se trata adecuadamente, puede ocasionar serios problemas en la vida de la persona.

Raramente estos signos de desesperación pueden prologarse, ya que por lo general la duración de este tipo de crisis dura minutos o tal vez sólo segundos. No obstante, estos signos pueden darse una vez en la vida y en algunas ocasiones se pueden volver recurrentes, instancia en la que se recomienda consultar con un médico.

No se sabe con certeza qué puede producir estos eventos pero hay ciertas luces que indican que, además de que tiene matices hereditarios, se pueden generar por episodios de mucho estrés.

Es por esto que es importante consultar con un especialista a fin de descartar otras patologías que puedan presentar síntomas similares, como es el caso de los problemas a la tiroides.

Tratamiento

Para tratar cuadros como estos existen terapias farmacológicas que que por lo general son antidepresivos que regulan la serotonina en el cerebro, lo que hace disminuir la frecuencia de las crisis. Además existen tratamientos que no incluyen pastillas, como las terapias psicológicas, que ayudan a la persona a saber cuál es la raíz de su problema. Asimismo, la terapia conjunta de farmacología más psicoterapia, también es muy efectiva y se pueden obtener muy buenos resultados, ya que según el especialista, entrega herramientas de afrontamiento positivo y re-estructuración de pensamientos.

Es importante ser constante en el tratamiento porque es posible que hayan recaídas. Estos episodios se pueden controlar además por ansiolíticos, los cuales podrían generar un nivel de dependencia, por lo que es recomendable usarlo por un periodo corto de tiempo y simultáneamente con otros medicamentos recetados.

Controlar el miedo

Es importante conocer cómo actuar frente a una persona que está sufriendo una crisis de pánico. Si el afectado se encuentra en un lugar con mucha gente, lo primero que hay que hacer es sacarlo de ahí y asegurarse de que hay suficientemente aire.

Algunos consejos para evitar sufrir este tipo de episodios:

– Respirar profundo, ojalá en una bolsa.

– Buscar lugares lejos de los tumultos y aglomeraciones.

– Concentrarse en que nada acontecerá, y se trata únicamente de miedo. No es dañino ni peligroso, sólo desagradable.

– Fijarse en lo que le está pasando a su cuerpo en ese momento, no en lo que teme que podría llegar a ocurrir después.

– Esperar y dejar que pase el temor. No luchar contra él.

– Cuando esté listo para continuar, comience despacio, en un estado de relajación. No es necesario correr ni esforzarse.

La depresión infantil: ¿qué pueden hacer los padres para ayudar?

 

La depresión puede estar presente cuando el niño:

• Está de ánimo triste o irritable la mayor parte del día. Su hijo puede decir que se siente triste o enojado o parece al borde de las lágrimas o de mal humor.
• No disfruta de las cosas que solían hacerlo feliz.
• Un cambio notable de peso o en la forma de comer, ya sea mucho o poco.
• Duerme muy poco durante la noche o demasiado durante el día.
• Ya no quiere estar con la familia o con los amigos.
• Falta de energía o se siente incapaz de hacer tareas simples.
• Sentimientos de que no vale nada o de culpa. Baja autoestima.
• Problemas para enfocarse o tomar decisiones. Las calificaciones de la escuela pueden bajar.
• No se preocupa por lo que pueda pasar en el futuro.
• Achaques y dolores cuando todo está bien.
• Pensamientos frecuentes sobre la muerte o sobre el suicidio.

Cualquiera de estos síntomas puede presentarse en niños que no están deprimidos, pero cuando se presentan todos juntos casi todos los días, son señales de alerta de la depresión. El pediatra podría hacer pruebas para detectar la depresión en los niños entre los 11 a los 21 debido a que el suicido es una de las causas principales de muerte entre los adolescentes.

¿Qué debo hacer si creo que mi hijo está deprimido?

• Hable con su hijo sobre sus sentimientos y sobre las cosas que suceden en el hogar y en la escuela que le puede estar molestando.
• Comuníqueselo al médico de su hijo. Algunos problemas médicos pueden causar la depresión. Su doctor puede recomendar psicoterapia (asesoramiento para ayudar a la personas con sus emociones y comportamiento) o medicamento para la depresión.
• Considere cualquier pensamiento de suicidio como una emergencia.

¿Qué puedo hacer para ayudar?

Promueva la buena salud

• Los conceptos básicos para una buena salud mental incluyen una dieta saludable, dormir lo suficiente, ejercicio y relaciones positivas con otras personas en el hogar y en la escuela.
• Limite el tiempo que pasan frente una pantalla (televisor, computador) y fomente la actividad física para ayudar a que establezca relaciones positivas con los demás.
• Pasar tiempo a solas con cada uno de los padres, ser elogiado por su buen comportamiento y que le estresen sus puntos fuertes ayuda a estrechar el lanzo entre los padres y los hijos.

Brinde seguridad y protección

• Hable con su hijo sobre el tema del hostigamiento o abuso escolar. Ser la víctima de intimidación u hostigamiento es una de las causas de los problemas de salud mental en los niños.
• Esté atento a los asuntos relacionados con la aflicción, el duelo o la pérdida. Busque ayuda si se trata de problemas de duelo que no se mejoran. Si usted como padre de familia está sufriendo una pérdida, pida ayuda y busque apoyo adicional para su hijo.
• Reduzca el estrés. Puede ser necesario hacer cambios a corto plazo en la cantidad de tareas escolares, labores o actividades.
• Ponga bajo llave las armas de fuego el alcohol y los medicamentos (incluyendo las que compra sin receta médica).

Eduque a otros

• Su niño no se está inventando los síntomas.
• Lo que parece ser pereza o irritabilidad puede ser síntoma de depresión.
• Hable sobre cualquier historial médico de la familia de depresión para aumentar el entendimiento

Ayude a que su niño fomente técnicas de entendimiento y adaptación.

• Ayude a que su hijo se relaje con actividades físicas y creativas. Enfóquese en las cosas positivas del niño.
• Hable y escuche al niño con amor y comprensión. Ayude a que su hijo aprenda a describir sus sentimientos.
• Ayude a su hijo a examinar los problemas de una manera diferente y más positiva.
• Solucione los problemas o tareas en pequeños pasos para que su hijo puede tener éxito.